La chulapona
Diseño y realización de la escenografía:
Eider Ibarrondo e Isabel Acosta Dirección artística: Diego Carvajal Estreno 14.mayo. 2010. Escuela de Canto Superior de Madrid |
Sobre la zarzuela y Madrid "La Chulapona" es una zarzuela que trata un drama popular y que retrata el casticismo del Madrid de los años 20 - 30. Analizando tanto el contenido del libreto como la música observamos el gran peso que tiene el casticismo y el populismo en esta obra (rasgos frecuentes en el género de la zarzuela). Tras esta breve reflexión, observamos que en Madrid se mezclan las tendencias más "chic" o "in" con lo tradicional o castizo en todos los ámbitos: arte, arquitectura, moda, etc. Así pues, dado que la zarzuela es un género musical español que retrataba la sociedad de la época, quisimos que en nuestra escenografía se plasmara la idea de Madrid como ciudad donde prevalece lo castizo y lo moderno. La idea Consideramos que la parte castiza nos la daban más que de sobra el texto del libreto, la temática y sobre todo la música. Por tanto, sería la escenografía junto con el vestuario la que aportara el toque de modernidad a la obra. Por ello propusimos una escenografía que buscaba ser lo más neutra posible, con líneas minimalistas y ciertas reminiscencias de la arquitectura del movimiento moderno y buscando en algunas escenas una estética algo industrial. El color predominante en los elementos escenográficos fue el blanco y algún toque gris; colores neutros por excelencia, que llenaron de luz la escena y nos permitió jugar con un gran colorido en el vestuario. En todos los actos contamos con la presencia de un gran ventanal o marco con puertas practicables, unas paredes que forzaban la perspectiva para dar mayor profundidad y con un panorama como fondo. El gran ventanal nos permitió jugar con interior, exterior e incluso, variando su altura da la sensación de que nos encontramos en un semisótano. De este modo, en el acto I el gran ventanal se eleva de manera que nos encontramos en un semisótano que recrea el lugar de trabajo de Manuela; como elementos complementarios aparecen una lámpara de estética industrial, dos mesas alargadas, unas escaleras y una plataforma haciendo la calle. En el acto II, el gran ventanal descendía a nivel de suelo y se convertía en la fachada de un edificio y de las paredes laterales salían carteles de comercios de la época para reforzar la idea de exterior. Por último, en el acto III el gran ventanal se convertía en una especie de invernadero, idea que se reforzaba con la bajada de otro gran ventanal que cerraba la embocadura; como elementos complementarios descienden dos columpios, uno con macetas y plantas y otro que sirve de asiento a los cantantes. Esta idea de "encerrar" a los cantantes entre dos grandes ventanales pretendía reforzar el drama de esta obra, en la que los protagonistas no actúan de acuerdo a sus sentimientos, sino de acuerdo a convencionalismos y aspectos morales. Isabel y Eider. |